En África hay un proverbio que dice que “cuando un anciano muere una biblioteca se quema” … encontrarnos con este anciano de más de 100 años (ni él mismo sabía su edad!) fue todo un regalo de vida, algo nada frecuente, lleno de fuerza, sabiduría y energía.. sus manos lo cuentan todo.
Suscríbete a nuestra Newsletter
Recibirás noticias frescas periódicamente sin necesidad de hacer nada mas. Prometemos no ser muy pesados…